domingo, 21 de mayo de 2017

La Coruña, Galicia

Retomando la gira de mi hija Coral Herrera Gomez, llegamos a La Coruña, capital de Galicia, ciudad situada al Noroeste de la península Ibérica y que tiene un marcado carácter marítimo y portuario. Está situado en las llamadas rías altas que son unas formaciones por las que ha entrado el mar, creando uno de los paisajes más bonitos del mundo.  
 La foto aérea muestra bien la península donde se enclava la población, su istmo da a la ría de La Coruña donde está el puerto y por otro lado al mar abierto, el Atlántico, en la ensenada de Orzán, donde se encuentra la misma playa y la de Riazor. Foto web.


 Llegamos con temporal, pero no impidió que al día siguiente tuviéramos esta preciosa estampa de la playa de Riazor que lucía así su festón de espuma blanca. 
Y la prueba del mal tiempo la tenemos en esta foto desde el coche con nieve en el puerto por donde tuvimos que pasar, es lo que tiene la aventura del viaje. 
 Pero también divisamos el paisaje típicamente gallego, dado por su clima atlántico de frecuentes precipitaciones, y suaves temperaturas, pues casi todas las borrascas entran por Galicia. Su hábitat siempre ha sido disperso, aunque la industrialización moderna ha creado ciudades importantes.




A Curuña tiene aproximadamente 215.000 hab. aunque el núcleo urbano
243.000 hab, y con el área  de El Ferrol, 655.000 y claro, presenta una densidad por km2 de las mayores de España.




El paseo marítimo es espectacular, lleno de esculturas que le dan un aire cosmopolita y atractivo.
La casa del hombre, es un museo cultural de carácter científico y monográfico del ser humano, además es interactivo, se puede y debe tocar, forma parte de la casa de las Ciencias junto al Aquarium  Finisterrae. Su forma es como una vela de un barco desplegada al viento, la ideó el arquitecto japonés Arata Isozaki y César Portela, en 1.995. Tiene 6.600 piezas de pizarra. Aquí fue donde Coral dió su Conferencia y Talleres.
 
Escultura de Fernando Botero, soldado romano, siempre dota a sus obras de una exageradas formas que las hacen inconfundibles. 


Y girando la cámara, al otro lado el monte San Pedro, muy recomendado pero que no pudimos visitar, tiene un ascensor para subir a la cima y admirar las impresionantes vistas que suponemos debe haber. 
Y otra vista más siguiendo hacia la izquierda. Una piensa que deberíamos vivir siempre al lado del mar.... ¿verdad?


Pero seguimos por este magnífico paseo hasta avistar la Torre de Hércules, nuestra meta. Allá lejos aparece,  pero las fotos las dejo para otro post. Merece un monográfico para ella sola. Soberbia. 


Escalera del hotel Riazor donde nos alojamos y que además se podía ver toda la bahía de Orzán. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Gloria, como siempre buen relato de la Coruña y bonitas fotos. Miresa

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